Abandonar tu mente, para llenarla de cielos. Deja que se vaya el mar y para que vengan olas con mas fuerza para limpiarte y renovarte. Confía pues la marea no se detiene, y que la luna con sus hilos invisibles pone todo en su lugar. Encuentra en las olas la fortaleza para renovarte, y en su constancia la virtud de saberte escuchado, pues después de una ola, viene otra y otra más.

Donde las plantas crecen diferentes en cada maceta que es diferente a su vez.

y las galletas son hechas mano y tampoco quedan igual

donde siempre sabe igual, pero te hacen sentir diferente

A esta edad se come con los ojos el arte, se huele la sinceridad, se toca el alma de las personas en una conversación. Es seguir aprendiendo a soltar, pues entre más es así, más cosas regresan a su lugar. Es confiar que todo lo bueno te encuentra si así lo quieres de verdad.

Es natural buscar la luz. La luz llama a lo mismo, ilumínate desde adentro, desde la convicción de que somos seres de luz. Estar iluminados debe ser nuestro estado natural.

Cómo cuando yo te quiero.

Hay quienes te jalan a la locura para regresar a la cordura y volverte a encontar entre carcajada limpias, de esas risas que emborrachan, te envuelven, te elevan.

Es una flor en eterno renacimiento, como en teoría todos debemos estar.

El misterio de Da Vinci

la majestuosidad de Miguel Angel

la luz de Rembrant

Aprendimos a ser como el mundo nos pidió que fuéramos, validando lo que hacia sentir bien a los demás; así aprendimos, tú, yo; todos.