Haz de tu vida un espectáculo digno de que Dios lo vea

Un espacio silencioso que te regalas en la mañana cuando se esta estrenando el día. Despertar despacito, cada sentido probar poco a poco y llenarnos sin prisa de lo que nos rodea. 


Sacar de la maleta del día al día lo que no necesitamos, viajar ligero, escogiendo el camino que sea el tuyo, que se vaya haciendo con tu andar, pues nadie antes ha caminado por donde tu pasarás.


Música nueva, un jabón que huela rico, flores en un jarrón, abrir la persiana con certeza de encontrar el sol, un espacio de nada para llenarlo de ti , el olor a café y un sorbo al café ponerte las pantuflas, escuchar el silencio, gratitud en la cabeza.


Pensar, racionalizarlo, aterrizarlo y dejar más claro lo traes, y en lo que vale la pena poner tu energía, en lo que si nutre, el alma conversaciones que dejen semillas y no sólo de lo que habla la humanidad. Pon tu energía en mejorar tu versión y entonces poder dejar flores en el camino que engrandecerán tu andar y además seguramente alguien más podrá recoger y agradecer tu paso.


Querer tanto algo y demostrarlo con lo visible y con lo invisibles. Decirlo con abrazos, con pensamientos, con oraciones, con palabras también, con un paso por ti, con un meme, con decir estoy aquí.


Hay veces que el cuerpo pide bailar con todas tus partes y sentirse más vivo. Otras que busca refugio debajo de una cobija que funge como escudo para defensa del mundo exterior, escúchate, hay tiempo para las dos.


Nuestra naturaleza nos pide que seamos nuestra propia leyenda, que podamos poner en la punta de las montañas nuestros anhelos más altos y buscar el como sí; siempre. 


Hay veces que vale la pena marchar para anunciar nuestro caminar y otras veces que es mejor flotar sin hacernos notar, pero siempre avanzar y tener como cómplice al universo, pues recuerda que sólo sabe decir que si. Y será el mismo universo quien te ayude a tejer fino y llene de tu energía todo lo que piensas, lo que vibras.


Recuerda que sólo es el presente es el escenario que tenemos para actuar y es en lo cotidiano donde se puede encontrar la oportunidad de poder brillar, de poder trascender a través de tu alegría y de tu sello, de tus convicciones, de tu coherencia, de tu resonar con la vida. Es un reto encontrar el punto donde la fuerza fluya a través de ti, y vivir en armonía, pero vale la pena el desafío.


No te pierdas por los comentarios o ladridos de afuera, recuerda que la música se lleva por dentro. Mira a los grandes y rodéate de ellos, llévate contigo lo más de cada uno, y ponle tu sello. 


Encuentra donde hay quienes les sobren las ganas de vivir y donde sobren las explicaciones, donde no hay más que agregar cuando brilla la verdad, que los creyentes lo llamen milagro, vibra en cada paso y cuando pierdas el motivo ¡para! respira y vuélvelo a encontrar y procura siempre poner atención para poder encontrar a Dios en todos los  rincones y haz de tu vida un espectáculo digno de que Dios lo vea. 



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